martes, 31 de enero de 2012

La Fête des Neiges

Si hay algo que me gusta de Montreal es la cantidad de actividades que hay para hacer a lo largo del año, sin excluir el invierno. La Fête des Neiges (la Fiesta de las Nieves) es una de esas actividades que animan a pasar tiempo en la calle a pesar del frío. Así que el domingo pasado nos abrigamos y nos encaminamos al parque de Jean Drapeau que es donde se celebra el festival, a ver distintas actividades en principio pensadas para niños y todas relacionadas con la nieve: esculturas de hielo, toboganes, trineos de perros y de caballos, caramelos de sirope de arce preparados sobre la nieve, pistas de patinaje sobre hielo (con y sin patines... no os imagináis lo emocionante que es caminar en invierno en un parque intentando no caerse...)... ¿Frío? Un poco, pero como podréis ver en las fotos Montreal nevado es algo que también se puede disfrutar... y mucho.
¡Hasta pronto!









sábado, 21 de enero de 2012

El ataque de las quitanieves

Pues ya estoy de vuelta a Montreal y ya nadie puede negar que ha llegado el invierno. Además esta parte del invierno es la primera vez que la vivo (el año pasado por estas fechas estaba en España a la espera de mi permiso de trabajo) así que sigo descubriendo diferencias con el invierno que yo conocía. La primera es la temperatura, que es algo más fresquita de lo que había vivido yo, lo que quiere decir que desde el lunes estamos casi todos los días en torno a -20ºC de sensación térmica. Y el lunes no lo incluyo porque ese día batimos mi anterior récord de temperatura, que estaba establecido en -22ºC. Ahora el récord están en -24ºC de sensación térmica aunque seguramente lo superaremos en febrero. 

La otra cosa a la que no estaba acostumbrada es a la actividad desenfrenada de las quitanieves por las calles menos transitadas cuando acaba de nevar (las principales las limpian en el momento para que no se interrumpa la circulación). Así que el otro día cuando íbamos a la compra arrastrando el carrito por la nieve por la calle de detrás de mi casa, que es una calle que no va a ningún sitio (es una calle en forma de circunferencia...) con lo que no la limpian demasiado, tuvimos que meternos de un salto en el jardín de una casa para huir de una máquina quitanieves que venía directamente hacia nosotras dispuesta a sepultarnos con un montón de nieve. [Por si a alguno le entra la duda: tanto nosotras como la quitanieves íbamos por la acera, pero tras un día de nevada la acera y la calzada eran todo uno]. Unos metros más adelante volvimos a tener que echarnos a un lado para evitar una segunda quitanieves que iba moviendo lo que había dejado la primera. Y un poco más adelante aún, tuvimos que echarnos a la calzada porque pasaba la quitanieves de las aceras (que es una quitanieves como las otras pero en tamaño acera). Pero ahí no acabaron los sobresaltos: cuando ya creíamos que podíamos relajarnos tuvimos que esperar a que pasara una máquina gigante que iba aspirando la nieve y cargándola en un camión que circulaba en paralelo a ella. Así que aprendimos una cosa nueva... aquí la nieve se la llevan en camiones porque no hay espacio suficiente para acumularla a los lados. Y para que os hagáis una idea del volumen de nieve del que hablamos os dejo una foto del camino de vuelta a casa después de comprar, es decir, después del paso de 3 quitanieves y un camión. Nadie diría que han limpiado, ¿verdad? Pues imaginaos como estaba antes...
¡Besos!