Y es que el cambio de estación aquí es así, de un día para otro, sin tiempos de transición. Y si ya me había llamado la atención con el invierno (pasamos de 10ºC a -10ºC y medio metro de nieve en 3 días)con la primavera ha sido aún más espectacular. No es que la primavera haya llegado, es que prácticamente ha explotado. En menos de una semana vuelve a estar todo verde y lleno de flores. Pensaréis que estoy exagerando pero os prometo que es así: te acuestas una noche y el árbol que ves por la ventana no tiene ninguna hoja, abres los ojos 8 horas más tarde y al árbol está totalmente verde. Eso tocó hace un par de días. Esta noche ha sido el turno de los dientes de león: ayer cuando nos fuimos de la universidad estaba todo el césped verde, hoy hemos salido a comer delante de la facultad y estaba todo cubierto de flores amarillas. Así, sin transiciones. Es tan rápido que parece que si estás en el lugar correcto en el momento oportuno vas a poder ver las hojas salir como quien ve salir un pollito del huevo. Nos hemos planteado dejar una cámara grabando una noche y poder ver cómo ocurre...
Además la gente de Montreal ha decidido esta semana arreglar los jardines y están todas las calles residenciales llenas de tulipanes y otras flores pequeñas y moradas que no sé qué son. Es precioso. La lástima es que me he dejado la cámara en casa y no he podido hacer fotos. Visto el camino de hoy a la universidad he decidido volver a hacer como en otoño y llevar siempre encima la cámara. Aunque igual tengo que esperar unos días para enseñaros las fotos, porque dice el servicio meteorológico que dentro de 12 minutos va a empezar a llover y va a estar así todo el fin de semana. ¿Será verdad? Otro día os lo cuento.
Parece super chulo! (sí, voy escribir como hablo) Espero esas fotos, porque desde aquí es un poco difícil de creer, pero te daremos un voto de confianza ;)
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