lunes, 21 de noviembre de 2011

Cuestión de perspectiva

Hoy ha sido el primer día de este otoño en el que tanto la temperatura máxima como la mínima han estado bajo cero. Lo que me ha dado pie a pensar la capacidad que tenemos las personas de adaptarnos. Porque si yo hace algo más de un año desayunando hubiera visto en el canal del tiempo (de acuerdo, en ese entonces yo jamás habría desayunado mirando el tiempo... es otro sigo de adaptación a Montreal) una temperatura mínima prevista igual a la máxima de aquí hoy (es decir -2ºC) creo que mi cerebro habría entrado en un bucle infinito consistente en pensar: "Madre mía, qué frío, madre mía, qué frío..." Y, ¿qué ha pasado hoy? Pues que desayunando he visto que en la calle teníamos -6ºC, y lo único que he pensado ha sido: "Uy, hoy mejor me pongo un gorro". Y he cogido el gorro más flojo que tengo. El "qué frío" ni se me ha pasado por la cabeza. A lo mejor si esto sigue así la próxima primavera soy capaz de hacer como las canadienses autóctonas: según se quite la nieve, antes de que las temperaturas lleguen a 10ºC, empezaré a usar sandalias y las camisetas de tirantes... Vale, lo reconozco, en realidad no lo creo, mi capacidad de adaptación será grande pero hay límites que no voy a alcanzar.
¡Hasta la próxima!

1 comentario:

  1. En realidad, aunque también piense que eres un bicho raro por no tener frío con esas temperaturas, también me alegro mucho de que no lo hagas :)
    ¿Está ya todo nevadito?

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