Hay una ardilla en el vecindario que ha tomado la costumbre de asomarse a mi ventana mientras desayuno. Desde hace 3 días siempre hace el mismo ritual: salta desde uno de los árboles de al lado, se queda durante un minuto en el alféizar, después salta a la valla del parque y por ahí se queda rondando hasta que pasa alguien y se se aleja. Y me hacía tanta gracia que hoy he preparado la cámara para grabarla. Pero la ardilla en cuestión debe ser tímida y justo hoy no se ha presentado. Así que como no os la puedo enseñar me limito a contároslo.
El caso es que esto demuestra que no soy la única que piensa que se acerca el buen tiempo: desde que os dije que vuelve a hacer calor vuelven a verse ardillas por las calles. Que es una de las cosas de Montréal que me sigue haciendo ilusión a pesar de que aquí no es nada raro. Sin necesidad de estar en un parque se te puede cruzar una ardilla. Y a mí me pasa como con la nieve, cada vez que lo veo me pongo contenta. Estos días más porque con el frío las ardillas habían desaparecido y volver a verlas es más sorprendente. Eso sí, se nota que han vivido el invierno porque las que van apareciendo están delgaditas delgaditas y no paran de correr buscando comida. No sé qué éxito tendrán porque el suelo sigue cubierto de nieve. El caso es que poquito a poco el paisaje de la ciudad va cambiando. Yo os seguiré informando.
¡Besos!
Puedes ponerle una nuez para poder grabarla..., aunque tiene que parecer casual que si no es cruel que sólo tenga comida un día.
ResponderEliminarAllí tiene que ser precioso que llegue la primavera por el gran contraste :)
Oooooh, ¡¡tienes una ardilla que te visita!! Seguro que la pobre piensa "se está poniendo las botas, igual uno de estos días me da algo..."
ResponderEliminarAntes no lo puse, pero esto es lo primero en lo que he pensado al leer tu entrada
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=YaAxzIFgNso&feature=related
Siempre he tenido predilección por la peli, y por el perro :)
(y no será el mejor video, pero tampoco he buscado mucho)