miércoles, 15 de diciembre de 2010

Noches blancas

Y en Montreal sigue nevando... pero sigue sin cansarme. Cada día cuando me levanto, abro las cortinas, veo todo blanco y sin darme cuenta me pongo más contenta y empiezo más animada el día. Y es que sigue cayendo una nieve finita, como polvo, que se queda en los árboles, en los tejados, en las vallas... y hace que la ciudad parezca un nacimiento. Ni siquiera me molesta que se acumule en las aceras, porque como todavía no hace frío de verdad (nos mantenemos en torno a -10ºC) la nieve no se endurece y se puede andar por encima sin resbalarse. Y me gusta cómo cruje la nieve cada vez que das un paso. No lo puedo evitar, llego siempre a la parada de autobús sonriendo.

Pero lo que me tiene verdaderamente fascinada es el aspecto de la ciudad por la noche, hasta tal punto que ha dejado de importarme que empiece a oscurecer hacia las 4 de la tarde. Es increíble la luminosidad que da capa de nieve, cómo se reflejan las luces en el suelo y cómo consiguen que la ciudad nunca esté oscura. Y  esa claridad que viene del suelo y el reflejo de las luces en los copos de nieve sobre el fondo oscuro del cielo hace que toda la ciudad tenga algo de irrealidad. Me encantaría poder transmitirlo con una imagen pero por mucho que lo intento no lo consigo y con palabras no sé si tampoco he conseguido hacerlo suficientemente bien. Pero podéis creerme, es precioso y merece la pena verlo en directo... siempre y cuando no os asuste el frío.

¡Besos!

2 comentarios:

  1. ¡Ohhhhh! ¡qué bonito! A mí me han entrado ganas de coger el primer avión con destino a Montreal para poder llegar esta tarde y verlo, aunque me temo que el frío me asusta un poco, bastante, mucho, y más que el frío me asusta que -10ºC no los consideres frío.
    ¡Entonces aquí vas a pasar un calor alucinante!

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  2. ¡Casi puedo verlo y oirlo! Te ha quedado poético... le das mil vueltas a Britney Spears y su "hit me baby one more time" ;-)

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