lunes, 25 de octubre de 2010

El sistema (no) internacional

Como os decía ayer, lo de que en Montreal conviva gente de cultura francesa y de cultura anglosajona tiene otra consecuencia a la que me está costando más acostumbrarme. Y es que no sólo usan indistintamente francés o inglés, ¡también mezclan los sistema de unidades! Vamos, que en cuanto te despistas te dan la temperatura en Farenheit, las longitudes en pulgadas, pies o millas y las masas en libras. Pero no sólo eso, para complicarlo más, pueden usar la medida anglosajona pero con el nombre en francés. Así que puedes encontrar feet o pieds, inches o pouces, miles o milles y pounds o livres. La unidad de temperatura no cambia de nombre, pero suelen pasar de especificar si son Farenheit o Celsius y se limitan a decir que son degrees o grades. Menos mal que normalmente son números muy distintos y se distinguen fácilmente (estos días estamos a unos 40 grados y es bastante evidente que no son centígrados... voy con bufanda).

Y luego está el tema de las unidades derivadas, porque suelen usar la abreviatura de la unidad, no el nombre completo... y no sabéis lo que me costó darme cuenta de que cuando me daban una medida en p.c. me estaban hablando de una superficie y que era el equivalente francés a ft.sq.

Quizá cuando más problemático resulta es al hacer la compra. Por ejemplo, los precios de los productos envasados suelen darlos en CAD/kg, mientras que para los productos sin envasar suele estar en CAD/lb. Así que para comparar el precio de una bolsa de naranjas con el de las naranjas sueltas tienes que saber pasar de libras a kg. O eso, o confiar en que lo que pone oferta sea de verdad una oferta (que es lo que hago yo cuando me da pereza sacar la calculadora en medio del supermercado). O quieres comprar un cable y te encuentras con que sólo pone la longitud en pies, momento en el que te miras los zapatos y esperas que el pie patrón sea un pie de tamaño normal (luego he descubierto que un pie es aproximadamente 30,5 cm, que equivaldría a casi un 46 de calzado). O pides en una papelería un cuaderno tamaño A4 y te preguntan si te vale de 8,5"x11" y tienes que confesar que no lo sabes. Y es que resulta que tampoco les gusta  el sistema alemán y normalmente no usan papel DIN A4, sino tamaño carta, que es más ancho pero más corto.

Lo más gracioso fue cuando bajé al taller de la universidad a pedir que me hicieran una pieza, con todas las medidas apuntadas en mm, que es como les gustaba a los del taller de la UAM, y el encargado me mira y me dice muy serio: Concordia es una universidad de habla inglesa, nos lo tienes que traer en pulgadas. Y no lo puedes evitar, pones cara de "me estás tomando el pelo"... cosa que efectivamente estaban haciendo. Pero no por ser yo, nos lo hacen a todos los europeos cuando llegamos, porque les hace gracia los problemas que nos causa que nos saquen del sistema internacional.

Y es que es una sensación curiosa perder el sistema de referencia y dejar de saber de repente si a una temperatura hace frío o calor, si algo es grande o pequeño, si está lejos o cerca, si pesa mucho o poco, o si es caro o barato. Pero bueno, aquí todo el mundo se maneja sin problemas en los dos sistemas, así que supongo acabaré haciéndolo yo también. Hasta que llegue ese momento me he preparado una tarjeta con la conversión de unas unidades a otras y no salgo de casa sin esa tarjeta y sin la calculadora. ¡Se acabaron las crisis!=D

2 comentarios:

  1. Como llegué tarde al concurso de ayer, hoy voy a reivindicar mi derecho al "cheque regalo" para el mall, pero por otros méritos relacionados con la asesoría... ¿Quién es capaz de contestar sin pensárselo ni medio segundo sobre las unidades anglosajonas vía Skype? ¡Desde el sábado estás con la boca abierta, no digas que noooo! :P

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  2. Pues yo allí estaría lloranto todo el día..., si soy la "mujer del sistema internacional", que fue lo que me enseñó que era correcto un profesor en primero de carrera..., menos mal que tienes una tarjeta conversora, una calculadora y una hermana :)

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